“HOY SERÉ MEJOR QUE AYER”.

El lema nos habla de un propósito personal, constante y renovado día a día, nos recuerda la lucha personal por ser mejores en todo momento. Para encontrarle sentido a este propósito tenemos que hacernos la siguiente pregunta: ¿para qué quiero ser mejor?. La respuesta es: PARA SER FELIZ.

“Los hombres no nacemos felices o infelices, de nosotros depende ser lo uno o lo otro. Con la felicidad nadie se topa a la vuelta de la esquina. No es como la lotería que llega un día de repente. No hay felicidad a bajo precio. Es algo que tiene que forjar cada uno aprendiendo a ser feliz”.

El lema nos dice que podemos hacer mucho por tomar las riendas de nuestra vida y ser felices.

Cualquier biografía – apunta Enrique Rojas – está surcada por cordilleras de obstáculos y frustraciones. Asomarse a la vida ajena es descubrir sus desgarros, las señales de lucha con uno mismo y con su entorno, pero también la grandeza del esfuerzo por salir adelante, por eso es que se llama vivir. La vida es un forcejeo permanente con la adversidad.

El lema del colegio entonces a un tema más concreto que es el de educar la voluntad. ¿Cómo educamos la voluntad?. A través de innumerables detalles o acciones que nos ofrece la vida diaria, detalles de orden, responsabilidad, lealtad, generosidad, fortaleza, perseverancia y respeto a las normas establecidas (están pensadas para conseguir una buena convivencia escolar), etc., que supone un forcejeo constante para no dejarnos ganar por la pereza, el desanimo, el desorden y el egoísmo.

Por último, el lema involucra a todos los miembros de la Comunidad Educativa y nos compromete a buscar estrategias motivadoras que animen la lucha que todos (alumnos y profesores) debemos librar por ser mejores cada día.